En un libro conmemorativo de los quince años de la fundación de la Academia Accor, titulado La educación marca la diferencia, encontramos el testimonio de algunos colaboradores. Personas como Moisés Araújo, que entró en Accor como camarero. Incluso sin experiencia, poco más de un año después asumió un puesto en la recepción: ‘Mi sueño sigue y ahora deseo un puesto en el área administrativa del hotel.’ Como Odair Rodrigues da Silva, que empezó su vida profesional como albañil, entró en Accor Services como colaborador operacional y hoy es supervisor:
‘Al principio tuve que hacer frente a muchas dificultades y llegué a creer que lo mejor sería renunciar, pero las palabras de ánimo de un amigo gestor me ayudaron mucho.’
O como Allan Araújo, líder de turno de la recepción de un hotel, que dice: ‘Accor me hizo hotelero, me capacitó, me dio herramientas para mi desarrollo’.
Estos testimonios son una pequeña muestra de algo que llama la atención en Accor: los colaboradores se identifican con la empresa, reciben incentivos y apoyo para crecer profesionalmente y no es extraño que desarrollen largas carreras. ‘Es difícil explicarlo, pero las personas sienten algo especial aquí, satisfacción, alegría…‘, asegura Alaor Aguirre. Entre los ejecutivos es normal encontrar quien lleva quince, veinte o veinticinco años en la empresa, el mismo Aguirre ha cumplido las bodas de plata con la casa. Lo cual no es demasiado frecuente hoy en día, pues la dinámica del mercado y la competitividad hacen que los ejecutivos no se queden mucho tiempo en la misma organización. Aguirre dice que se ha planteado hasta qué punto es interesante quedarse tanto tiempo en el mismo empleo, pero no ve motivos para cambiar. ‘Como la empresa ofrece muchas posibilidades profesionales y nuevos desafíos, la gente se mueve bastante y crece aquí mismo. Yo mismo pasé por siete u ocho áreas. Creo que si sigo en Accor es por el hecho de que la empresa invierte en el desarrollo de las personas y por el sentimiento de confianza que existe aquí.’
Así que si alguien todavía tenía dudas de que la confianza es importante para el éxito de personas y empresas, el caso Accor justifica, al menos, una revisión de estos prejuicios.
(fragmento del Capítulo 4 del libro ‘Confianza, la clave para el éxito personal y empresarial‘ de Gasalla y Leila Navarro)
Continuará…
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